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miércoles, 3 de marzo de 2010
Palabras no dichas: mi aumento de kilos
(Imagen a la derecha: campaña publicitaria sobre el sedentarismo/ Fuente: www.briefblog.com.mx/page/19/?s=publicidad+de...)
Hace poco estuve en una consulta médica. La doctora muy amable tomo mi tensión arterial en medio de mi parcial verguenza semi-desnuda. Tomo tres veces la tensión y con voz preocupada me indico:
-Señor Díaz, su tensión arterial es muy alta, tal vez tenga hipertensión.
Luego, como una nueva pitonisa me indicó que si no bajaba "más" de peso tendría problemas renales, hepáticos y la más difícil, una alta probabilidad de trombósis en el futuro.
Salí preocupado por semejante panorama. Pero creo que la doctora en mi vida, tendrá el mismo valor que Cassandra y el pueblo de Troya: la escucharon pero no le creyeron. ¡No le creeré!
Yo he pensado mucho en esto de bajar y bajar peso. He visto que justamente muchos de mis pares están siendo muy "juiciosos" en esto de entrar a la madurez sin sobre peso. " cuando llegues a los 40 empezará el sobre peso" , " tendrás que casarte pronto y adelgazar", " eres un flojo de fín de semana", " como quiere el churrasco , tres cuartos o termino medio?". Bajar de peso está en mi ambiente, me persigue y lo he hecho,¡caramba que sí!
Pero aún hay algo que me preocupa: me estoy comiendo palabras no dichas. Como aquellas viejas bromas de las tías de " se comió una razón , se va ha volver gordito" . Yo siempre he convivido con la obesidad: fuí gordo o gordito en las clases de primaria y fuí el gordo que ponía la música en las mini-tkas. Pero un día pensé que era gordo por la retención de palabras que me guardé: los sentimientos que nuca le dije a la buena adriana en 2do de bachillerato, o las palabras insultantes que no le dije a Tomás el Coordinador de disciplina de mi colegio cuando 5 minutos antes de pasar a decir un discurso frente a todos, me lo rompió y me lo tiró a mi cara; lo que no le dije a mis viejas parejas en el momento justo cuando decides negociar en silencio; lo que no le he podido decir a mis cercanos parientes o a mis lejanos enemigos (hay que tener bien puestas las gafas para decir que se tiene un buen par de enemígos); lo que no le dije a Nicolás Tirado o a Andrés Sanchez en esos dolorosos días en donde trataron de anularme por mi falta; lo que le oculté a Serrano, a Villalobos o a mis cercanos cuando les hablo sobre su futuro. En fín.
( fuente página Andrés Borbón tecnoculto.com/2008/12/05/evolucion/)
Enumeré unas palabras no dichas y me dí cuenta que no era tan pequeña tal lista: no solo eran palabras simples sin conectores sino una serie de frases esperanzadoras, negativas, insultantes, susurrantes, amargadas, agudas. ( a propósito aquí entro a pensar lo que me dice nonó sobre las palabras que no somos capaces de decir en el momento y solo después de un largo periodo de reflexión tiene se tiene una larga y acertada respuesta)
Asi las cosas creo que mi tensión arterial esta afectada por mi sobrepeso de palabras comidas.
Debo empezar a hacer dieta denuevo y una dieta de palabras no chicas . Ya empecé cuando supe una verdad radical: "mejor un sicero odiado que un hipócrita amado"
diet etica
ética
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