NIEBLA Y ESPERA

El siguiente es un aparte del prefacio de mi nuevo libro de poesía, que saldrá a la luz en 6 semanas ¡que nervios!

"...(...)  Desde hace algunos días me sorprendió la noticia que tengo una gran tensión arterial, fruto de mis ajetreados días laborales y por supuesto una dieta basada en ilusiones, ansiedades y carbohidratos en exceso.  

En este sendero hedonista me sorprendió la idea que también me desvaneceré en algún momento del futuro.  Lejos de abrazar la vieja nostalgia, me alimente un poco de ella y empecé a aventurarme en el nuevo océano virtual y en las nuevas formas de comunicación-red: ¡en algo debía distraerme!

(Niebla de amanecer en una de mis madrugadas de 2011, cuando corro para mejorar mi estado físico jep)

Una idea que me asalto y  me  engordó un poco más:   tal vez  podamos ser pescadores en medio de estas navegaciones electrónicas; tal vez seamos exploradores temerarios  que se alejan de las Columnas de Hércules, para aventurarse a conocer nuevas cartografías en el atardecer.  Es una idea increíble, seductora pero agotadora porque no sé si deseo ser  un Magallanes o un  corsario negro; agota sentirme más viejo de lo normal tratando de descifrar el nuevo pacto de símbolos entre los que hablan en las salas de chats o los cafés de second life.  Así que después de considerarlo mucho, pensé que mi puesto virtual sería un habitante de Faro. Recordé aquel viejo y querido montaje- la única vez que hice teatro-  donde un guardián de faro custodiaba a una bella mujer ciega con consecuencias para el guardián del faro ( la menciono porque tal vez la vuelva a escribir). 

(Trancón bogotano sobre la autopista norte. Uno de esos días donde la lluvia te sorpende después de la niebla)

Me imaginé entonces como un guardián de faro. Allí estuve  gozando la idea concreta y me distraje lo suficiente para continuar me vida en otras metáforas académicas; en ese momento  aplazaba en la hoja en blanco el nuevo proyecto de escribir  un poco más de la vida en la internet: en el Facebook o en Twitter.  Sonreía frente al  constante exceso de los que utilizan sus teléfonos celulares como mensajeros constantes de su  “ser en el mundo”  o incluso entraba a perfiles de redes sociales de alguien completamente desconocido pero con mi mismo nombre y apellidos. 

(Esperanza, mi Hermana y yo con 3 días de nacido. En la crisis de tensión, pensé esa mañana antes de levantarme en ella. Murió en un accidente hace 20 años, es por eso que vestía de negro en mis largos parajes de vida, como si fuera una nueva Amaranta)

Tuve entonces una solitaria y anónima crisis de tensión. No desperté a nadie y me dejé llevar por la idea de afrontar estos problemas con estupidez solitaria, al fin, cuando los enfermeros corrieron y las inyecciones calmaron mi palpitante esternón, allí,  en la sala de urgencias -como a ningún ser humano en esa situación- pensé que estaba aplazando demasiado las cosas, pensando que tendría demasiado tiempo para amar, vivir, viajar, escribir, reír, bailar. 

Estando solo en la parte más alta de mí Faro en recuperación post-traumática vi un amanecer desde mi ventana: vi una  niebla espesa  y muy baja para el altiplano donde vivo; recorría sutilmente las montañas y se perdía en los Hayuelos del amanecer. 

(Un amanecer de niebla muy parecido al que vi)

Desee escribir entonces sobre la niebla y pensé entonces que tal vez un guardián de faros debe temerle a días de niebla como esa. ¿Cuántos agrietaban  su alma sintiendo esa sensación de implacable baja autoestima al verse superado por una niebla? ¿ Qué sentirían esos anónimos bucaneros, pescadores o  titanes frente al hecho inmenso de lo desconocido? ¿Cuáles son los bancos de niebla que atraviesan los mares de la red? "

Así que escribo y reflexiono sobre la niebla y la espera. ¿ que significa esperar? es una palabra tan extraña . Esperar guarda en su interior algo que añoras ( esperar-esperanza) añoras algo que aún no tienes o que tuviste y no lo posees ahora. Esperar es sin más contener el aliento mientras la niebla llega.  

¡Hum! mejor hubiera escrito sobre el tráfico lluvioso o porque en 1974 todavía mi familia se desplazaba en ese chevy 50. je!